La ignorancia de los adultos

Al pasar los años, las personas maduran, algunos inventan el haber madurado, pero eso es una larga historia que no contare hoy, al madurar los humanos nos damos cuenta de que nada se puede lograr sin esforzarse y que muchas de nuestras esperanzas se pierden en el intento, con todos los problemas que se originan olvidan lo hermoso la alegría lo importante que es imaginar.

Los niños, bebes hasta algunos adolescentes imaginan, para ser mas específicos, viven imaginando disfrutan la lluvia caer, se paran en medio de la calle para sentir a las personas pasar por ambos lados, pueden sentarse hasta tres horas viendo a las personas que pasan imaginando como sera sus vidas y lo mas importante, para mi, es que en estas edades pueden resolver los problemas rápido, realmente rápidamente esto gracias a la imaginación, a las potentes ideas y creaciones que pueden tener

Es impresionante como pueden disfrutar imaginar, ven un elefante rosa colando por los cielos verdes, el problema de los adultos es que son reprimidos por los demás, a los 20 no puedes decir "Ayer soñé que el hada de los dientes vino a mi casa" porque sus compañeros, amigos o pareja van a negarlo o criticarlo, pero ¿por que? ¿tanto importa lo que piensan los demás? las mejores invenciones del mundo moderno parecían unas ridiculices años atrás, los humanos somos una especie influenciable y se fija mucho en las opiniones de otros pero esto no debe suceder.

Con esto quiero decir, que todos, no importa edad, tamaño, profesión, debemos tener tiempo para imaginar, si, para disfrutar imaginarse como seria la sensación de ser un niño otra ves, para pensar incoherencias como el sabor del anillo de saturno, el color de cada palabra, la textura del numero 3, esas cosas que ya no tenemos el  por que imaginar y que olvidamos por pensar que son solo ridiculeces, así que les invito a todos los que lean este pequeño texto a recordar como es imaginar, pensar como se siente ser un chicle bomba, como seria ser un cabello, pensar de que color es el amor, y a no temerle a las ideas a las innovadoras y revolucionarias.